Por P. Pedro R. Hernández Pérez, S. de J.

 

El 1 de mayo, memoria de San José Obrero, el P. Carlos Balderas, Superior General de los Siervos de Jesús, confirió el ministerio del acolitado a Luciano García, S. de J., en la parroquia de San Giovanni Battista a Cesano (Roma). Luciano, quien es originario de Puebla (México), cursa el 2° año de Teología en la Universidad Pontificia Gregoriana.

 

El ministerio del acolitado

Los ministerios laicales del acolitado y del lectorado son conferidos por la Iglesia. Se les denomina laicales porque los pueden recibir cualquier bautizado. En el caso de los aspirantes al sacerdocio, como es el caso de Luciano, estos ministerios forman parte del camino formativo en cuanto introducen paulatinamente a la persona en el servicio ministerial y ayudan a ir profundizando en el sano deseo del sacerdocio.

 

El acólito: discípulo y compañero

El acólito ayuda al diácono y al sacerdote en el altar con la preparación de los dones eucarísticos. De modo extraordinario, distribuye la Comunión y expone el Santísimo para la adoración. El acólito es, según la acepción de la palabra original, discípulo o compañero, y en este caso según un doble sentido: es discípulo y compañero de Cristo que se ofrece en el altar; y es discípulo y compañero de todos los fieles pues son ellos el Cuerpo Místico de Cristo.

 

¿Qué sigue después?

En el itinerario formativo, Luciano continuará con sus estudios hasta finalizar la Teología. Luego, cuando lo vea conveniente el Superior General, recibirá  la ordenación diaconal previa a la ordenación sacerdotal.

Como comunidad de Siervos de Jesús nos alegramos y oramos por Luciano para que el Señor,  por intercesión de San José Obrero crezca en el amor a Dios y al prójimo en el servicio a la Iglesia y para mayor gloria de Dios.

 

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